miércoles, 15 de diciembre de 2010

Otra mirada

Miremos a nuestro alrededor, la lucha diaria, el temor, el dolor, la frustración y el vacío se ponen de manifiesto en todas partes.

A cada paso que damos muchos nos encontramos cansados por el trabajo excesivo y molestos, arrastrados en varias direcciones con una mínima recompensa. Nuestros hijos parecen distantes y perdidos, las relaciones fracasan o no son mas optimas. Vivimos en una corrosiva sensación de escases a pesar de lo mucho que acumulamos. Vamos a echar un vistazo mas profundo y pido por favor que me sigan, a ver cuántos de uds. interiormente se sienten identificados.

Cuando pensaron en casarse, tener hijos, se dijeron que serían felices ¿fueron felices? Cuantos pensaron que al recibir la educación deseada serían felices. Me pregunto, ¿fueron felices? Cuantos de uds. Se dijeron que cuando obtuvieran ese trabajo y ese estatus económico obtendrían la felicidad, ¿fueron felices?

Cuando obtenga a ese hombre, a esa mujer, ese dinero, ese puesto, esa familia, ese divorcio, etc., pensamos que seríamos felices, pregunto, ¿fueron felices?

¿Cuántas veces alcanzamos algunas de esas metas soñadas para al fin darnos cuenta de que necesitábamos más? Y después conseguimos algo más y nos dimos cuenta que no era suficiente. Necesitábamos más, más y más.

Lo cierto es que podríamos ir ascendiendo la escalera hacia el éxito toda la vida y no llegar nunca a encontrar la felicidad y la satisfacción que buscamos. Estoy segura que me siguen en la idea. En este desear más y más, en lugar de sentirnos “alguien”, acabamos sintiéndonos “nadie”. ¿Saben por qué? Porque perdemos totalmente la visión de ese “algo maravilloso que llevamos dentro”.

Tal vez hoy les estoy sugiriendo un camino, una búsqueda del más fantástico Poder Interior. Para ello debemos desplazar los condicionamientos de la vida rutinaria y dejar de lado las intrascendentales, y caprichosas formas del materialismo vacío e insensato. Hoy por hoy sólo el equilibrio de las fuerzas que ya están dadas como pautas en el universo puede acercarnos a la felicidad. Cuando buscamos un camino al éxito con una orientación espiritual aprendemos a vivir cada instante, cada momento, con lo mejor que tenemos y a encontrar en la rutina ordinaria lo extraordinario de la vida.

Amigos míos, ¡Nuestra vida es el AHORA! No somos máquinas que deseamos llegar a un objetivo o un destino, ¡somos corazones y almas en activa conexión con todos, y con todo lo que nos rodea! Y esa conexión la realiza nuestro Ser Interno.

Existe un increíble magnetismo en las personas que disfrutan de la vida por completo, que están relajadas en cuanto al resultado de sus empeños y en aquellos que se expanden, que fluyen con los acontecimientos. Esas personas parecen atraer automáticamente lo mejor a sus vidas.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Amor y Unidad

Cuando empezamos a comprender con mayor profundidad por qué el amor es tan necesario para sanar a nuestros cuerpos físicos, menta, emocional y además al mundo podremos trasformar al mundo en un cambio interior y apoyar como corresponde a la madre tierra Gaia. Es aprender a mirar con consciencia en qué mundo vivimos. Aun falta una enormidad para tener una sociedad amorosa y compasiva. ¡Hay tanto odio y rencor y al borde de una guerra nuclear!

La mayoría de nosotros somos agresivos, y autodestructivos, no necesariamente en el sentido físico, sino en lo emocional.

Nos han metido en un mundo frío y castigador, donde el amor está supeditado para cuando cumplimos con los comportamientos requeridos sean los que sean.,

El amor está en la última lista de prioridades, hemos sido enajenados por las tormentas de un diario vivir, llenos de cargas y angustias, no hay tiempo para mimos, cariños ni amores, lo postergamos o bien se dará más delante; o sencillamente no se dará. Estando el amor ausente, se instalara el miedo. El miedo es al amor lo que la oscuridad es a la luz.

El Amor es la energía primordial que da vida a Todo lo que Es, es una percepción única que impregna la vida, el Amor es energía; la energía de más alta vibración en el Universo conocido y es en el Universo que se nos abre ante nuestro corazón…, no sólo ante nuestros ojos.

El Amor es vivir intensamente, en la mejor de las posiciones karmicas realizando a nuestro ser de luz, sentir, tomar contacto, palpar la vida, gozar de la naturaleza, vivencia los sentidos en armonía cósmica. Eso elevará por sobre el drama que vivimos, dando un sentido de complitud con los congéneres y con todo aquí en la Tierra, realizando y construyendo un mundo más feliz, para las almas en su peregrinaje por el camino de la reintegración.

El amor es energía, es poder, es gracia Divina, pero se puede decir que cuándo lo palpas, lo siente y existe una sensación de libertad y de grandeza. Son muy pocas las personas que sienten el amor en sus vidas. El mundo se ha convertido en un lugar falto de amor, y compasión.

Siempre he pensado que el amor cura y sana las heridas, renueva y diluye el dolor, es como una llave que nos conecta con todas las dimensiones de nuestra vida, nada sucede por azar, todo en el Universo tiene una razón de ser, lo malo que no estamos en ese momento preparados para darnos cuenta que todo es” causalidad”, aunque cueste aceptarlo.

Por lo general no estamos preparados, no tenemos la confianza en que somos capaces de darnos desde un centro único como es el corazón, motor de vida para el plano emocional.

Ha llegado el momento en nuestras vidas, Era de Acuario, que los valores tengan que cambiar empezando por la confianza en nosotros mismos, en nuestras capacidades, lo que incluye el “darse” abrirse a un nuevo proceso, más inclusivo, más generoso, mas amoroso. Este es un reto para nuestros tiempos, abrirse a estados de comunicación más íntegros.

Cuando seamos capaces de soltar el control de todo, cuando perdamos el miedo de amar, la tensión de ser vulnerable, ante el amor, se disolverá por arte de magia, todo será más fácil, permitiendo ser tal cual somos, sin posturas falsas y limitaciones.

Todo aquel que ha sentido en su vida el amor, sabe que es un estado de exaltación, es certeza que todo está en regla, porque la confianza nace dentro de nosotros y no depende del otro, depende por entero de nosotros mismos.

Contéstate a ti mismo esta pregunta:

¿Tienes capacidad para abrirte al amor o tienes temor?

--María Soledad Peñafiel