Una voz se apaga
y la flauta canta.
Se enfurece el mar
y las olas llaman.
Los grillos entonan una serenata,
en noches oscuras
llenas de esperanza.
Y el faro se apaga en la lejanía,
dos manos se enlazan,
y la muerte canta
andando presurosa,
buscando más almas.
La incógnita llega,
¿a quien busca ansiosa?
--- María Soledad Peñafiel
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