jueves, 4 de noviembre de 2010

¡Silencio!

Una voz se apaga
y la flauta canta.
Se enfurece el mar
y las olas llaman.
Los grillos entonan una serenata,
en noches oscuras
llenas de esperanza.
Y el faro se apaga en la lejanía,
dos manos se enlazan,
y la muerte canta
andando presurosa,
buscando más almas.
La incógnita llega,
¿a quien busca ansiosa?
--- María Soledad Peñafiel

No hay comentarios:

Publicar un comentario