La principal diferencia que existe entre una actitud optimista y su contraparte –el pesimismo- radica en el enfoque con que se aprecian las cosas: empeñarnos en descubrir inconvenientes y dificultades nos provoca apatía y desánimo. El optimismo supone hacer ese mismo esfuerzo para encontrar soluciones, ventajas y posibilidades; la diferencia es mínima, pero tan significativa que nos invita a cambiar de una vez por toda nuestra actitud.
La realidad es que la mayoría de nuestros tropiezos se dan por falta de cuidado y reflexión. ¿Para qué sirve entonces la experiencia? Para aprender, rectificar y ser más previsores en lo futuro.
Cuesta mucho permanecer positivos cuando la mente nos invita a la angustia por las cosas externas, pero solo se requiere un esfuerzo, en permanecer en armonía, y paz profunda, para ello existe la meditación, la oración , los cantos mantricos , en fin , muchas técnicas por las cuales podemos cambiar la vibración interna por una de mayor positivismo.
Pasa también por las relaciones con los otros, por ejemplo; en la amistad y en la búsqueda de pareja también es necesario ser optimista. Algunas personas se encierran en sí mismos después de los fracasos y las desilusiones, como si ya no existiera alguien más en quien confiar. El optimismo supone reconocer que cada persona tiene algo bueno, con sus cualidades y aptitudes, pero también sus defectos, los cuales debemos aceptar y buscar la manera de ayudarles a superarlos.
Nuestra actitud es ver eso; qué actitud es la que estamos asumiendo frente a algo o a alguien, revisar nuestras apreciaciones, y ser flexibles, colocando mucho amor en nuestros juicios y menos ego de por medio.
Me decía un amigo “No es más optimista el que menos ha fracasado, sino quien ha sabido encontrar en la adversidad un estímulo para superarse”
Así pues mi invitación es a eso, a ser más positivos y ver el rostro de la enseñanza sobre cada desgracia, detrás siempre hay algo bueno para nosotros, aunque de momento no lo veamos así.
Muchas personas confunden el "realismo" con el pesimismo, dicen "yo no soy pesimista, soy realista... y así pierden la oportunidad de crear una realidad más positiva, piensan que la esperanza es un mal (¿será por lo de la caja de Pandora?) sin embargo olvidan algo tan sencillo y que a todos nos gusta ver luego de la lluvia: un arcoiris, luego de la noche: el amanecer, luego del doloroso parto: una nueva vida.
ResponderEliminarSi nos centráramos menos en nosotros mismo y más en los demás, dejaríamos de preocuparnos y simplemente fluiríamos con los cambios, la naturaleza es sabia y nos enseña a cada instante, pero muchas veces damos por obvio lo que veíamos en nuestra niñez con los ojos puros e inocentes... nos hicimos adultos y empezamos a criticar, y peor aún a criticarnos a nosotros mismos... pero la vida incansablemente siempre nos da pistas, mensajes, señales para volver a nuestro centro. Ejemplos de personas resilientes que han sido capaces de superarse ante la adversidad y salir incluso mejor de ello... ¡dejémonos de quejarnos y tratemos de seguir el ejemplo! porque lo de ayer ya pasó, mañana no existe y sólo nos queda este presente